Tras años de consulta
terapéutica, charlas e impartir cursos por distintos lugares del mundo, me he
dado cuenta de que una cuestión en común de los muchos consultantes y alumnos,
es la dificultad para simplificar la vida.
Simplificar la vida va más allá
de lo que nos imaginamos ya que es una cuestión de salud, si, de salud a todos
los niveles, física, mental y emocional.
A nuestra salud total o en
conjunto le afectan los sentimientos, las emociones, pensamientos, las vivencias,
las situaciones del día a día de nuestra vida, por lo que si tenemos una vida
compleja o una vida simple las cosas que experimentaremos en nuestra vida y en
nuestro cuerpo serán muy distintas.
Vivimos en una sociedad, donde
nos hacen creer que cuantas más cosas tenemos más felices somos y esa relación
no es directamente proporcional.
Para empezar poseemos muchas
cosas que no necesitamos, muchas cosas que son “por sí”, por si algún día las
necesitamos y esas cosas normalmente las vamos cargando por años y en pocas
ocasiones las volvemos a necesitar.
Esas cosas nos van ocupando un
lugar en nuestra vida y en nuestro hogar.
Cuantos de nosotros queremos o hemos querido tener una casa más grande, un coche más grande, más ropa, más perfumes, etc…,
así es como hemos sido educados muchos de nosotros, o no?.
Lo peor de todo es cuando ya
tienes una casa más grande que la anterior, tienes un mejor coche que el
anterior, tienes un vestidor repleto de buena ropa, usas caros perfumes y te
das cuenta que todo eso no te llena de felicidad y alegría.
Y es que el tener más cosas no te
da felicidad, lo que te da es más sufrimiento, obligaciones, trabajo, estrés y
te quita vida.
¿Por qué digo esto?: Porque para
mantener todo lo que has conseguido, tienes que esforzarte más, tienes que trabajar
más porque necesitas ganar más y eso te produce estrés y el estrés te quita
tiempo de relajación, ocio y diversión.
En estos casos yo siempre digo
que tener mas no suma, sino resta, ya que te resta tiempo, libertad,
relajación, diversión, es decir te resta vida.
Cuando empiezas a simplificar tu
vida, vas ganando espacio, tiempo, ligereza, libertad, espontaneidad,
creatividad, ganas de pasarlo bien, ganas de compartir, de divertirte y todo
esto se traduce en felicidad.