Amor, que es Amor

Amor es una palabra que utilizamos mucho y eso me ha hecho investigar o profundizar al respecto y he observado que  en español,  abarca muchos sentimientos distintos que no se diferencias unos de otros, al contrario que en otras lenguas o culturas se utiliza la misma palabra Amor, para relacionarte a una persona, situación o cosa y el sentido de esa palabra es diferente dependiendo de para que sea, claro está que cada uno le da una interpretación, esa interpretación puede dar pie a confusión o malos entendidos, ya que cada quien puede interpretar libremente esa palabra Amor, ya que cada uno tiene su propia realidad y la palabra amor puede provocar sentimientos muy contrariados incluso al propio Amor.  
No es lo mismo amar a una pareja, a una amistad, a unos padres, a unos hermanos, a una mascota, a un país, a una profesión, a una ideología, etc…. En cambio la palabra es la misma Amor.
Además la palabra Amor conlleva muchos sentimientos asociados, que para cada quien son o pueden ser muy distintos, puede asociarse con afecto, cariño, apego, pertenencia, posesión, devoción, bondad, compasión, altruismo, egoísmo, satisfacción, alegría, tristeza, dolor, pasión, deseo, locura, equilibrio, compañía, empatía, fe, poder, éxtasis y un sinfín más, así que teniendo en cuenta todo esto es bien difícil dar una sola definición de lo que es Amor.
A la definición que yo he llegado tras esta investigación y gracias también al antropólogo Josep Mª Fericgla es:
Amar es una manera de relacionarse con el mundo, basada en el reconocimiento del otro en su propia naturaleza, dejando de banda las propias proyecciones y de esta manera hay un reconocimiento de uno mismo en la propia naturaleza.
Es decir, que yo tengo que ver en el otro, lo que es, tal cual es en su entorno natural y en su propia naturaleza y dejar de banda mis proyecciones de lo que quiero, necesito o me gustaría que fuese el otro o que llenase en mí, dejo de banda mis expectativas, exigencias, ideales, pretensiones, etc… y de esa manera también entro en un autoconocimiento de mí mismo que si lo acepto tal cual es sin querer que sea de otra manera, también se puede llamar Amor a uno mismo.

Ahora esta definición de Amor la podemos extrapolar a la sociedad…… una sociedad que está basada en el reconocimiento del otro en su propia naturaleza…… wow… esto me hace ver que vivo en una sociedad que está muy lejos del AMOR, ya que la sociedad en la que vivimos no reconoce a los individuos, si, algunos tenemos un DNI que nos identifica, pero no nos reconoce y el hecho más lejano a ello es la definición “sin papeles” en este caso no hay ningún tipo de reconocimiento, estos hechos están más cerca de todo lo contrario al Amor, que justo es el odio.

La enfermedad es un signo de separación

En la mayoría de las ocasiones la enfermedad es un signo de separación; separación con nuestra propia esencia, con nuestra coherencia personal, con nuestra vibración natural y con la divinidad y la sanación depende de nuestro retorno a la unidad con nuestro ser, con nuestro equilibrio y con el universo. 
La vuelta a esa unidad, es sencillamente el retorno al amor.

Como dice el estribillo de la canción 

way back into love

..."Todo lo que quiero es encontrar un camino de vuelta al amor 
No puedo lograrlo sin un camino de vuelta al amor!! 

He mirado pero las estrellas se rehúsan a brillar 
He buscado pero no veo las señales 
Se que están ahí 
Tiene que haber por ahí algo para mi alma."...

EL PODER DE LA PALABRA


Las palabras que pronunciamos, leemos y escuchamos tienen mucho poder, nuestro cerebro las escucha y entran internamente en nuestro inconsciente sin ningún tipo de filtro ni cuestión y eso afecta directamente en nuestro consciente, lo que hace que nuestro cuerpo reaccione directamente a ello y nuestras hormonas se ponen a funcionar rápidamente produciendo diferentes sensaciones, sentimientos y acciones, incluso si es algo repetitivo pueden llegar a provocar síntomas y enfermedades.
Por ejemplo las palabras soledad, pena, depresión, muerte, etc… elevan el nivel de cortisol en sangre, al igual que las situaciones de miedo, ira, resentimiento, frustración, etc..
Los efectos negativos del exceso de cortisol, son cambios del comportamiento, falta de sentido del humor, irritabilidad constante, sentimientos de ira, ganas de llorar y físicamente la elevación exagerada de azúcar en sangre, el aumento de la presión arterial, osteoporosis, la producción excesiva de vello, la generación de estrías en la piel del abdomen, retención de agua en los párpados, la debilidad muscular, obesidad del tronco, el agotamiento, pérdida de memoria debido a que los niveles altos de cortisol daña la conexión entre células cerebrales.
En cambio las palabras armonía, felicidad, alegría, amor, compañía, etc..., producen la serotonina en los circuitos nerviosos que se manifiesta físicamente con una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración.
O la dopamina, conocida como la hormona de la confianza y el placer. La dopamina te hace sentir bien y es producida naturalmente por el cerebro. Recibes una descarga de dopamina como respuesta a actividades placenteras como la diversión, las relaciones sociales, el sexo y el comer. Por otro lado, sin suficiente dopamina es posible que te sientas débil, deprimido o desinteresado en la vida.
Y también están las endorfinas que podrían llamarse las moléculas de la felicidad, porque son neurotransmisores hormonales en el cerebro que se responsabilizan del sentimiento de felicidad y nos permiten disfrutar de la vida, sentirnos deleitados por muchas cosas y resurgir con facilidad de las crisis personales sin demasiadas cicatrices emocionales.
El ejercicio diario, el contacto con la naturaleza, la risa (es, sin duda, uno de los factores que más incrementa nuestros niveles de endorfinas), las relaciones sexuales satisfactorias, disfrutar con las comidas y sus sensaciones (olores, sabores, etc.), la música, el baile, la relajación, la visualización, la meditación, ser más solidario, ayudar al prójimo, etc…, pueden ayudarnos a incrementar la producción de endorfinas y disfrutar de una sensación de bienestar.

Por lo tanto tu bienestar depende en gran parte de ti, ya que si controlas tu pensamiento, tus palabras, lo que escuchas, lo que lees, con quien te relacionas y tus acciones puedes mejorar mucho tu vida, ya que en muchas ocasiones las molestias o enfermedades depende de uno mismo.

Se impecable en tus comunicaciones, su sistema te lo agradecerá.

Antes de romper la magia del silencio, piensa bien lo que vas a decir.


Dídac Mancera

Grupo de Crecimiento Personal y Gestión de Emociones.