LAS RELACIONES


Las relaciones amorosas son como templos de sanación que nos envían directamente a la consulta del divino terapeuta.


Pero el terapeuta sólo puede ayudarnos si le mostramos las heridas.

Para poder sanar nuestras pautas neuróticas, primero es preciso revelarlas.

Eso hace que las heridas del amor, aunque dolorosas, sean parte de nuestro viaje.