Reiki entre amigos


Este fin de semana pasado, impartir un curso de iniciación de Reiki de primer nivel para unos amigos, antes de empezar el curso me di cuenta que sentía unos nervios que no eran normales cuando imparto un curso de cualquier materia de las que imparto, ya que es algo que me llena enormemente y me di cuenta que impartir un curso para amigos es algo difícil, ya que hay un cierto riesgo, te das a conocer en algo nuevo y lo desconocido a veces aporta rechazo, miedo y otras cuantas cosas mas.

La relación que mantenía con ellos es ajena, al menos en este caso y tal vez no con todos, a el tema de las energías y de las terapias alternativas, que en definitiva son mi vida, evidentemente se habla de estos temas, se comparten curiosidades, pero es un tema ajeno a la relación, por supuesto con otras personas amigas si que compartimos estas afinidades, pero en el caso del pasado curso no era así, son muy buenos amigos que compartimos muchas cosas bonitas de la vida, pero algo así de intimo o profundo sobre mi trabajo y mi vida no lo habíamos tenido antes.

El curso desde mi punto de vista fue muy bueno, ellos disfrutaron de conocer el Reiki, sentir la energía y ya tienen una herramienta para toda la vida con la que pueden ayudarse mucho y ayudar a los demás, y espero que esto sea un rayo de luz que les ayude a ver en sus caminos.

Para mí además de todo esto, fue un acercamiento muy grande, una apertura desde mi interior a ellos, desde una parte muy importante de mi, siento que ha sido un conocernos mas profundamente, como una entrega o exposición de una parte importante de mi ser.

Yo empecé hace unos años con el Reiki en el año 96 y en esa época me decían que si estaba en una secta y cosas así y ahora después de estos años, lo único que puedo es dar gracias al universo: por que esta energía llegara a mi, y me abriera a poder sentir, ver, vivir y disfrutar la vida de otra manera y por poner a tanta gente especial y querida en mi camino.

Así que una vez más mil gracias.