La dualidad forma parte de nuestra vida queramos o no.
Blanco-negro, dentro-fuera, día-noche, masculino-femenino, luz-oscuridad, vida-muerte, activo-pasivo, etc……
Así es nuestra vida, una constante dualidad, ¿que es mejor?, ¿que es peor?. Todo es bueno y por algo esta en nosotros, en cualquier situación nos planteamos simultáneamente las dos cosas y en ello esta nuestro aprendizaje.
Todos tenemos las dos partes y lo difícil en muchas ocasiones es encontrar ese equilibrio en nuestro interior, constantemente variamos, viajamos desde un lugar de paz a un lugar de caos, y en estos lugares de caos es desde donde podemos encontrar la máxima paz, estos lugares son los que nos presentan los regalos de la vida, al principio cuesta entender esta formula, pero esos lugares de caos son los que nos están mostrando lugares de crecimiento para nosotros mismos.
Cuando en una situación de caos podemos crear conciencia y pararnos, en lugar de entrar de cabeza a ese caos, es cuando podemos sentir que es lo que esta pasando dentro de nosotros, que es lo que nos esta proporcionando esa situación de caos, el caos no es ajeno a nosotros, no es un lugar fuera de nosotros, el caos esta en nosotros, por lo tanto algo hay en nuestro sistema que nos esta llamando la atención, para que nos paremos, contemplemos, observemos que esta pasando dentro de nosotros.
¿Por que esta situación me esta alterando, doliendo, desequilibrando, etc…? Que hay dentro de mi que no esta aceptando esta situación, que parte de mi se esta quejando, que necesidad no se me esta cubriendo, que sentimiento se me ha alterado, porque reacciono de esta manera…. Todas estas son preguntas que uno debe hacerse ante una situación de caos.
¿Para que? Para encontrar que es lo que hay realmente detrás de esa situación, cuales son los sentimientos que me están aflorando y partiendo de ese sentir, podemos dar soluciones mas equilibradas, ya que podemos dar una solución teniendo en cuenta nuestro ser interior.
En muchas ocasiones nuestro cerebro reptiliano nos hace actuar impulsivamente por los recuerdos que tiene de nuestra vida, los recuerdos de supervivencia que ha tenido que ir creando para salir con éxito de muchas situaciones de riesgo.
Pero en muchas ocasiones son reacciones innecesarias, ya que son respuestas innatas sin ningún control, si podemos pararnos ante un caos, podemos encontrar otras soluciones mas coherentes con nosotros mismos, sin seguir alimentando las reacciones de defensa y liberándonos de esos patrones que se van repitiendo en nuestra vida.
Cuando nos paramos, podemos observar que tal vez no es algo personal, que tal vez no estas siendo juzgados, que no estamos amenazados y otros muchos sentimientos que nos afloran en situaciones de caos, cuando somos conscientes de todo esto podemos afrontar esas situaciones con equilibrio y coherencia, dejando así de ser una situación de caos, pudiendo sentir así el bienestar de reconocer un regalo en una situación que inicialmente nos parecía amenazante.
Blanco-negro, dentro-fuera, día-noche, masculino-femenino, luz-oscuridad, vida-muerte, activo-pasivo, etc……
Así es nuestra vida, una constante dualidad, ¿que es mejor?, ¿que es peor?. Todo es bueno y por algo esta en nosotros, en cualquier situación nos planteamos simultáneamente las dos cosas y en ello esta nuestro aprendizaje.
Todos tenemos las dos partes y lo difícil en muchas ocasiones es encontrar ese equilibrio en nuestro interior, constantemente variamos, viajamos desde un lugar de paz a un lugar de caos, y en estos lugares de caos es desde donde podemos encontrar la máxima paz, estos lugares son los que nos presentan los regalos de la vida, al principio cuesta entender esta formula, pero esos lugares de caos son los que nos están mostrando lugares de crecimiento para nosotros mismos.
Cuando en una situación de caos podemos crear conciencia y pararnos, en lugar de entrar de cabeza a ese caos, es cuando podemos sentir que es lo que esta pasando dentro de nosotros, que es lo que nos esta proporcionando esa situación de caos, el caos no es ajeno a nosotros, no es un lugar fuera de nosotros, el caos esta en nosotros, por lo tanto algo hay en nuestro sistema que nos esta llamando la atención, para que nos paremos, contemplemos, observemos que esta pasando dentro de nosotros.
¿Por que esta situación me esta alterando, doliendo, desequilibrando, etc…? Que hay dentro de mi que no esta aceptando esta situación, que parte de mi se esta quejando, que necesidad no se me esta cubriendo, que sentimiento se me ha alterado, porque reacciono de esta manera…. Todas estas son preguntas que uno debe hacerse ante una situación de caos.
¿Para que? Para encontrar que es lo que hay realmente detrás de esa situación, cuales son los sentimientos que me están aflorando y partiendo de ese sentir, podemos dar soluciones mas equilibradas, ya que podemos dar una solución teniendo en cuenta nuestro ser interior.
En muchas ocasiones nuestro cerebro reptiliano nos hace actuar impulsivamente por los recuerdos que tiene de nuestra vida, los recuerdos de supervivencia que ha tenido que ir creando para salir con éxito de muchas situaciones de riesgo.
Pero en muchas ocasiones son reacciones innecesarias, ya que son respuestas innatas sin ningún control, si podemos pararnos ante un caos, podemos encontrar otras soluciones mas coherentes con nosotros mismos, sin seguir alimentando las reacciones de defensa y liberándonos de esos patrones que se van repitiendo en nuestra vida.
Cuando nos paramos, podemos observar que tal vez no es algo personal, que tal vez no estas siendo juzgados, que no estamos amenazados y otros muchos sentimientos que nos afloran en situaciones de caos, cuando somos conscientes de todo esto podemos afrontar esas situaciones con equilibrio y coherencia, dejando así de ser una situación de caos, pudiendo sentir así el bienestar de reconocer un regalo en una situación que inicialmente nos parecía amenazante.
Cualquier parte de oscuridad en nosotros, nos esta mostrando aquello que necesita luz.
Puedes hacer la prueba y ya me contaras.
Disfruta.
